Aunque parezca que el cine en tres dimensiones es un invento de ahora, prácticamente desde sus inicios la industria fue consciente de que llevar la sensación de profundidad e inmersión al cine era un éxito casi seguro. Se conocían las bases del funcionamiento de la sensación de 3D en el cerebro, así que todo era cuestión de ir mejorando la técnica.
Que lo que se viera en la pantalla fuera lo más real posible para el espectador ha sido siempre un sueño, pero se lo empezaron a tomar realmente en serio en los años 50, cuando en EEUU el uso del televisor suponía un entretenimiento casero que no gustaba a la industria y que provocó que llegarán adelantos a los cines para hacerlos más atractivos.
Personalmente desde que ví Avatar 3D, una experiencia francamente espectacular, me imaginaba que lo que venía en el cine en este tipo de formatos sería cada vez mejor....nada mas alejado de la realidad, en mi personal búsqueda de efectos de tercera dimensión, me he dado cuenta que el cine 3D sólo es un gancho para ver la película ...y pagar de más.
Hace 1 semana acompañé mi hijo a ver la tercera parte de Narnia en la sala 5 de Cinemundo y las escenas en 3D eran escasísimas, además la calidad de la iluminación de la película en sí era muy deficiente, haciendo que en vez de disfrutar la historia, estaba más preocupado de ver dentro de la oscuridad las escenas. Desde conocí el formato HD (alta definición) el cual simplemente exquisito. La experiencia es completamente distinta. Vi Matrix en HD y fue ABSOLUTAMENTE distinto. Una experiencia envolvente tanto en la imagen como el sonido. creo que pagar más por el 3D, de verdad.... no vale la pena.
La idea es que la potencia de cálculo necesaria no la tengamos que suministrar nosotros, sino que sean los servidores de OnLive los que se encarguen de ello. Nosotros ponemos el computador y la conexión a internet que, evidentemente, necesitará ser de alta velocidad. En Estados Unidos está previsto que se lance durante el próximo invierno, con un total de cinco centros de proceso.
A ello hay que sumarle la compra o el alquiler de los juegos. Aquí las distintas compañías serán las que impongan su criterio y serán libres de cobrar lo que quieran. Veremos si aprovechan para rebajar los precios respecto a las versiones físicas o si los mantienen iguales. La opción del alquiler nos permitirá no tener que desembolsar el costo completo por juegos que, a veces, nos duran solo unos pocos días.